Como ya sabrás, en septiembre de 2019 Google anunció cambios en su política de enlaces nofollow, pasando a considerar esta etiqueta como una recomendación en lugar de una directriz estricta. Según lo que publicó en su blog oficial, Google podría empezar a seguir estos enlaces.
Hasta la semana pasada, este cambio de criterio solo era efectivo para la clasificación en las páginas de resultados de búsqueda, es decir, los enlaces nofollow podrían transferir autoridad de dominio. Pero a partir de marzo de 2020 también afectará al rastreo e indexación de la web.
Cuando se publica una noticia de este estilo, sobre cambios que Google va a hacer o ha hecho en sus algoritmos, suele haber mucha especulación y poco sentido común. La verdad es que si tuvieras que hacer caso a todo lo que se dice en la red, acabarías totalmente confundido.
Personalmente creo que la mejor forma de ver si algo funciona en SEO es probar. Así que me he propuesto poner a prueba a los rastreadores para ver cómo reaccionan ante distintos enlaces nofollow. Para ello, he creado un experimento con varios enlaces a páginas dentro de mi web.
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Diseño del experimento
Como decía, he diseñado este experimento para comprobar si los cambios que anunció Google, y que ahora surten todos sus efectos (al menos, según lo anunciado en su blog oficial), son tan drásticos como algunos se empeñan en hacernos creer.
Voy a enfocar el experimento en varias fases, porque quiero probar varios escenarios en los que los robots podrían encontrarse con un enlace nofollow. Así pues, partiremos de las siguientes hipótesis:
- ¿Qué ocurrirá cuando los robots se topen con un enlace nofollow?
- Hipótesis 1 – Voy a partir de la premisa de que no se seguirán todos los enlaces. Primero, porque es lo que ha dicho Google en su blog oficial. Segundo, me parece lógico que se prioricen los links que se consideren más “interesantes” para optimizar el tiempo de rastreo.
- ¿Es más probable que sigan enlaces colocados en el contenido principal con palabras clave en el texto ancla?
- Hipótesis 2 – Siguiendo con la primera hipótesis, es de esperar que Google prefiera rastrear los enlaces que apunten a un contenido relevante. El sentido común y la experiencia me llevan a pensar que será así.
- Y si el contenido de estos enlaces no es lo suficientemente bueno, ¿lo indexará o no?
- Hipótesis 3 – Ya sabemos que Google tiene un filtro de contenido, así que cabe esperar que se vayan a aplicar los mismos criterios.
- ¿Cómo funcionarán los nuevos atributos de enlace?
- Hipótesis 4 – En realidad no tenemos idea de cómo pueden funcionar, pero sabemos que se pueden combinar varios atributos en un mismo enlace. Lo cual me lleva a pensar que sus efectos se complementan.
Algunas respuestas pueden parecer totalmente obvias, pero a veces se dan muchas cosas por sentadas y creemos entender cómo funcionan los buscadores mejor que los que los han diseñado.
Fase 1: enlaces nofollow en distintos contextos de una misma página
Creo que es lógico comenzar esta prueba con la pregunta más repetida desde que se anunciaron los cambios en los enlaces nofollow. Si el atributo ahora es orientativo, ¿va a seguir Google todos mis enlaces nofollow?
Dada la cantidad de links que contiene un sitio web, a Google le llevaría muchísimo tiempo seguir cada uno de los enlaces que encuentra. En vez de agotar el crawl budget siguiéndolos todos, es más probable que el algoritmo de rastreo determine cuándo un enlace tiene más posibilidades de apuntar a un contenido interesante.
Así que, en la primera parte del experimento he colocado varios enlaces nofollow en distintas partes de la web, probando diferentes textos. El resultado esperado es que los robots decidan rastrear los enlaces ubicados en un mejor contexto (dentro del contenido principal, por ejemplo), mientras que ignore los que aparecen en otras áreas, como el footer.
Fase 2: mismo enlace, distinto contenido
En esta fase pretendo comprobar si, tras rastrear un enlace, Google decide indexarlo o no. Para ello, crearé dos páginas con enlaces desde la misma URL en un contexto y con un texto de enlace similar, para que los robots se vean tentados de seguir ambos.
Sin embargo, cada página tendrá distinto contenido. En una de ellas he metido bastante texto con alguna imagen (con su texto alt) para que pase el filtro de contenido y tenga posibilidades de ser indexada. La otra no.
Espero que en la URL con contenido, éste sea lo suficientemente extenso como para que Google decida indexarlo.
Fase 3: dos atributos de enlace combinados
Además de estos cambios en los criterios, Google ha añadido dos atributos de enlace nuevos: uno para el contenido generado por el usuario y otro para enlaces patrocinados. Si quieres saber más, te recomiendo que eches un vistazo al post donde te explico cómo puede afectar todos estos cambios al SEO de tu sitio.
En una última fase de este experimento quiero comprobar cómo se comporta el buscador ante los nuevos atributos de enlace. ¿Habrá alguna diferencia entre un nofollow y un ugc? ¿Tiene más fuerza si combinamos dos atributos en el mismo enlace?
Medición de resultados
Para hacer un seguimiento de este experimento y medir los resultados de voy a utilizar dos herramientas: Screaming Frog y Google Search Console.
Screaming Frog es un software esencial que utilizo muchísimo en las auditorías SEO y que me permite analizar la rastreabilidad e indexabilidad de una web como si fuera el Googlebot. Aunque lo más interesante en este experimento será su herramienta de análisis de logs, con la que puedo saber con todo lujo de detalle cuándo un robot ha pasado por mi web y qué URLs ha visitado.
Por lo que respecta a la indexación del contenido, creo que la herramienta más rápida y fiable es Search Console. Un vistazo a su informe de cobertura me permitirá saber si una URL ha sido rastreada e indexada. Aunque no muestra la fecha exacta en que se incluyó en el índice, sino la fecha del último rastreo.
La idea es dejar este experimento unos días funcionando para ver cómo reaccionan los robots, después de lo cual, decidiré si merece la pena modificar el diseño y añadir algunas pruebas más al experimento.
